
Cuando se cree que lo ilegal necesariamente es malo o incorrecto y lo legal siempre es bueno se me viene al recuerdo la Ética a Nicómaco de Aristóteles: “los meros conceptos legales, en ocasiones, resultan insuficientes para el logro de la justicia real y efectiva.”
Por: Juan Altamar Santodomingo
El Alcalde de Soledad Atlántico informó que el Ministerio legalizará los moto carros y de inmediato fluyeron opiniones a favor y en contra; moderadas y atrevidas, proactivas y destructivas; pero en fin esa es la libertad de opinión, democracia y boom de las redes sociales.
El Motocarro es un fenómeno que apareció como consecuencia de varios factores, contenidos en investigaciones académicas realizadas, en la Universidad de Cartagena en 2015, “Efectos del Moto taxismo en el transporte público”; “Estudio de Mercadeo Cooperativo” Universidad Francisco de Paula Santander de Ocaña -CECAR –Observatorio Socioeconómico de la Sabana, entre otros, en los cuales se encuentra mucha información sobre su génesis, impacto Socioeconómico, receptividad de la gente, accesibilidad, inconvenientes de movilidad, problemas de seguridad, informalidad, generación de empleo, comercialización de equipos, insumos y repuestos, en fin, toda una situación real y objetiva.
Si bien no se encuentra una investigación publicada sobre el fenómeno de los Motocarros en Soledad, sí se han implementado acciones oficiales tendientes a regular la actividad, y aceptar su criterio, en el sentido que el fenómeno es una realidad objetiva, palpable, incuestionable, que produce impacto generalizado de carácter socioeconómico, brinda un servicio aceptado por los usuarios, aunque para poblaciones mayores de cincuenta mil habitantes no esté aceptado y permitido en la Ley, entonces se entiende que “los meros conceptos legales, en ocasiones, resultan insuficientes”.
Sin hacer apología a la ilegalidad, muchas situaciones sin reconocimiento de la Ley no consultan la realidad, porque su auge y contenido supera la limitación o prohibición legal, como en el caso de los Motocarros cuyo crecimiento generalizado es cierto. Son éstas realidades las que forzan la adecuación legal, para no ir en contrasentido de las reglas que debe primar en la sociedad. .
Los vehículos moto carros se encuentran homologados para prestar el servicio en ciudades pequeñas y áreas rurales. Si esa autorización no la viabilizan para ciudades de más tamaño, donde la realidad lo exige, habría una desigualdad sin sentido, para tratar a los habitantes de aquellas y de estas conurbaciones.
Quedarse en la sola crítica de contradictores o el me opongo porque si, es corto y egoísta. Siempre hay una mejor visión y esa, legalizado el fenómeno moto carro, permitirá fijar y autorizar el radio de acción para la circulación, establecer rutas, prohibir, permitir y limitar de acuerdo con las necesidades para organizar.
Es innegable que el servicio de moto carro tiene puntos positivos y negativos. Se tendrán que corregir al legalizarse la actividad y exigirse buenas condiciones técnico mecánicas del vehículo, ojalá con un tope de velocidad que no pase de cuarenta kilómetros por hora, que los conductores sean capacitados de manera continua, que se fijen tarifas, y que se limite el número de vehículos por rutas autorizadas.
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