Es gratificante y realmente enriquecedor, repasar desde nuestros recuerdos y pensamientos, cada escena vivida, con las enseñanzas de un maestro, que a través del conteo calendario tras calendario, fue construyendo en nosotros, los aspectos que encierran la formación integral como elemento humano e individuo aportante en la construcción de una nueva sociedad.
Desde nuestra infancia, hemos tenido la posibilidad de recibir gran cantidad de mensajes, que fueron llenando nuestra memoria, con la información necesaria para distinguir, reconocer, analizar, identificar, seleccionar y decidir, sobre cualquier tipo de situación presentada.
En nuestras vidas, hemos tenido la fortuna de contar con un número importante de maestros, nuestros padres, abuelos, tíos, entre otros miembros cercanos del núcleo familiar, conforman ese primer encuentro experimental de formadores de la vida, con el cual fuimos adquiriendo los conocimientos básicos, adopción de conductas, principios y comportamientos propios del hogar.
Luego vinieron los maestros de colegios, universidades y otros centros e institutos de formación, que contribuyeron en afianzar nuestra educación, conocimiento y aprendizaje. Ellos nos aportaron las bases académicas, para afrontar desde una óptica responsable, el duro camino de la vida.
A través de la historia de la humanidad, son muchos los maestros, que aportaron con sus conocimientos para el desarrollo y avance de nuestro planeta, en el campo de la ciencia, la tecnología, la informática, el arte, entre otros, pero sin lugar a dudas el gran Maestro de la vida y de la fe, es Jesús, quien de manera perfecta nos enseñó, lo que hasta hoy entendemos, conocemos y sabemos, que es el amor.
Para muchos el amor no se enseña, solo se siente, pero si es importante enseñar y aprender con amor, es la manera más efectiva de convencernos a nosotros mismos, que todo tiene un sentido lógico para nuestras vidas.
A todos los maestros del planeta, le decimos gracias, por ser parte fundamental en nuestra formación y por permitirnos ser mejores seres humanos, gracias por su tiempo, por su tolerancia y comprensión, gracias Maestro.
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